Jamás he pretendido culpar a la gente, porque es absolutamente comprensible rendirse ante algo que no saben cómo abordar. Es eso. Soy inabordable. Se cansan de intentar ayudarme y no conseguir más que un 'no sé'. Y cómo no se van a cansar. Cómo.
Difícil es rodearse de gente que entienda una mínima parte de cómo te sientes cuando eres diferente. Yo, por suerte, he encontrado a ciertos pájaros que vagan por un cielo gris sin rumbo cierto y cayéndose rendidos de vez en cuando, parecidos a mí.
Pero aún así a veces se hace muy cuesta arriba todo esto. Algunos le llaman don. Yo, a veces, lo siento más bien como un hándicap. Otras, como una forma de evadirme de todo. Se puede decir, que tengo una excusa.
Se puede decir, que soy...
diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario