jueves, 19 de diciembre de 2013

Escribamos por amistad

Para qué sirven los sueños
para qué
si no son para odiarlos
cuando a cada despertar ves
que ya se han ido

en qué se diferencian del engaño
de la falsa luz
del abismo que creemos salvable
pero no lo es

para qué soñar cuando cae cada sol
si nacerá otra vez
matando tus visiones
tus “Algún día”
tus “era tan real
que podía tocarlo”

para qué,
para qué todo,
para qué una droga
que te hace creer que puedes
volar sin alas

entonces llegaron a mi vida
unos ojos marrones

entonces entendí
que los sueños
están hechos para crearlos
lucharlos
vivirlos
con una persona
como tú


domingo, 8 de diciembre de 2013

Carta de un enamorado a una musa que no existe

Me encantaría poder decirte
que no me pesan las mañanas
sin tus curvas iluminando el sol
que entraba
por mis ventanas,
pero ya te mentí demasiado
cuando te juré
que el alma no se me caería al suelo
en cuanto doblaras esa esquina.

Luego estaban tus lágrimas
una por cada paso mío
por el camino de la amargura,
ése, lleno de bares
de los que ahora soy preso,
dueño y señor de los desvelos
como solía serlo
del velo que cubría tus piernas.

No me alivia pensar
que jamás lo perderé todo que
tu ausencia se me ha metido entre las uñas,
y no piensa irse jamás.

Mira,
en esa columna vertebral me maté yo,
quizás te suene
(la llevas puesta).

En la maleta, en cambio,
llevas cada sonrisa que parí sin esfuerzo
y con la epidural
de tus noches
en mi espejo.

Y, si aún tienes por ahí mis ganas,
dilas que sólo quiero que vuelvan
si lo haces tú con ellas.

Pero, cierra ya los ojos,
que quiero apagar la luz de mis adentros,
y por querer,
quiero hasta tus suspiros.

Así que vete,
con todo lo que soy,
pero hazme un favor y
llévate el invierno,
que a mí aquí me pesa demasiado y tú,
bueno,
tú siempre fuiste la reina del frío,
y la emperatriz
del calor
de mis sábanas,
comidas por los ácaros
desde que tu olor no tapa sus rotos.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Medicina

Hace poco descubrí que
se me dan mejor los papeles
que las teclas

que estar conmigo es mejor
que estar con los demonios
que viven en mi cabeza

por eso paso tanto tiempo sola
porque así nadie puede decirme
cuánto dura un verso
ni dónde debe rimar
ni nada

septiembre me prometió el cielo
con octubre fue tan sólo un buen polvo
y ahora noviembre me deja con las ganas
y el cigarro a medias

el rabo entre las piernas
(no he dicho las de quién)

voy tan cargada de culpas
que voy a recoger la pena del suelo
y se me caen las noches

el efecto mariposa continúa con los cuervos
de mis inviernos
infinitos y
fugazmente míos

lunes, 25 de noviembre de 2013

Iver

Llevo mucho tiempo sin hacerme caso. El invierno me ha tapado los ojos y me ha costado muchas horas mirarte para que se me prendan las pupilas y que se deshaga el hielo colgado de mis pestañas. No veía nada, y estaba bien así.
Bien no debería utilizarse en lugar de ocultar. Ocultar lleva a llenar de porquería sitios que fueron hechos para llevar el aroma de la lluvia. Yo llovía y lluevo, con la única diferencia de que ahora estoy desbordada. Bordada también, con los hilos de los amores a contratiempo, que al menos hacen que no me descosa por momentos.
El caso es, que hoy miré al espejo y vi ruinas. Luego miré mis manos, y lucían. Pero miré otra vez al reflejo, y volví a ver ruinas. Me costó decidirme, y aquí estoy. Vaciándome -de qué-.
Es que este jodido noviembre se me está haciendo muy cuesta arriba.
Me propuse agrupar todas las heridas en un mismo papel sin miedo al "qué saldrá de ahí". No mentiría si dijera que el miedo no se ha ido del todo, y podré adornarlo con mil millones de sintagmas más, pero el resultado seguirá siendo una sarta de sinsentidos que levantan el gris del pecho hasta mis ojos.
Pero es que, joder, este noviembre está siendo demasiado cuesta arriba. Y entre el frío y las heridas del costado, cada vez que avanzo un paso, me escurro y retrocedo tres. Y, me da miedo tirar de cadenas porque posiblemente acaben entre mis manos. Sin dejarme volar, siquiera -y eso sí, que no me lo perdonaría-.
No sé qué duele más, si los puntos finales o las comas destinadas a coger un aire que no existe en mi tórax. Ahogarse jamás fue tan lindo, por eso siempre elijo el otoño para tan bella tarea.
Ahora podría dedicar las últimas líneas de éste manual de instrucciones intentando darle sentido a esta maraña de palabras, pero me conozco aunque no lo sepa, y sé que sería en vano. Por eso os dejo con la incertidumbre cantando "¿qué cojones querrá decir?", y con un poco de suerte -para mí-, con la preocupación recitando "¿estará bien?".
No, no estoy bien.
Y sí, estoy mejor que nunca.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Rojo

Sé que no está bien decirlo pero
hoy no supe para lo que me había despertado esta mañana
hasta que tu silueta se dibujó en la puerta,
y sonreíste un poco al verme,
y tus dedos se clavaron en mis costillas
como se clava el invierno en el sol de septiembre,
y luego el olor de tu tabaco se agarró
a los hilos de mi camiseta
y mi día se volvió
del color de tus ojos,
que nunca termina de ser,
y luego ya me pasé todo el día
entendiendo para qué mis pies fuera de la cama
(aunque, bueno,
sigo sin pillar
por qué no tu culo
metido en ella)

sábado, 16 de noviembre de 2013

Entre rogantes

Sostenerse sobre quién,
mirar dónde,
seguir el qué.
Preguntarse cómo,
intuir cuándo,
fallar otra vez.
Seguir sin fuerzas,
con la fortaleza que da
saber que nunca
dejarás de seguir
-porque no existe opción alguna-

Miércoles, desgarro

Ver belleza en destruir-se-. En llorar hasta quedarse dormida, en que tus entrañas se hagan cada vez más grandes hasta que empiezan a presionarte la piel desde dentro, en necesitar morir por una noche, sólo por una noche. En que el frío estalle en cada poro, en que el dolor supere las fuerzas, en el invierno.
Ver belleza en el vacío que se ensancha entre el estómago y el tórax, como diciendo "lléname o deja que me vaya". En la marea que sube por tu pecho y llega hasta tus ojos para colisionar con tus pupilas. En la oscuridad, cuando nadie ve nada.
Aprende a ver belleza en las ruinas, y entenderás que lo que tengo aquí, está ya muy cerca de ser bello. 

sábado, 9 de noviembre de 2013

Sino un sábado

Qué es la vida sino intentar,
o intentarme,
o algo así.

Qué si no una taza de café,
un cigarrillo mal echado
entre años, qué es la vida
sino carmín en los labios
y negro alrededor de los ojos.

Qué sino robar besos
y herirlos
y luego intentar curar los tuyos y
darse cuenta de que es imposible.

Qué sino ponerse en el lado de la cama
en el que da el sol directamente
y dormirse con los párpados iluminados.

Qué si no correr gritándole
descaradamente al mundo
que serás joven para siempre.

Qué si no rotos en la ropa
y en la tripa,
qué si no sonreír por inercia
ante el color de los cristales rotos
reflejado
en el iris.

Qué si no morir
cada madrugada
y salir con el sol,
igual de púrpura.

Qué si no realidades paralelas,
únicas,
salvadoras.

Qué si no versos destruidos
y papeles mojados por lluvia de otoño.

Qué es la vida sino ser un invierno, precioso.

Qué es la vida sino escribir,
escribir hasta que se nos acaben los pensamientos
y la vida
misma
y pequeña.

domingo, 27 de octubre de 2013

Tejas

Negras arterias
de viento como sangre
que la lluvia moja
hasta que llegue Diciembre.

Armonía para las fosas nasales
que la pluvia deja en el recuerdo,
haciéndome amarte, sin condición,
sin condición alguna, querido pueblo.

Y la magia de las almas
pululan por tus calles, en silencio
y que me han hecho descubrirme
y desnudarme ante el frío eterno

de tus calles y tus veranos
y tus inviernos helados y ámbar
de mí siento en ti, mi pueblo,
de mi mente cociéndose en tu entraña.

Próxima estación: eternidad

Me pasaría la vida entera así. Entre las hojas en blanco que me esperan, y las manchadas a las que ya maté.
Digan lo que digan ésto no es fácil. Escribir sobre temas que no terminan de ser puede terminar y termina en autodestrucción, siempre.
Cada palabra la sangro, ergo duele. Cada vocablo es una parte de mí que arrojo por la ventana porque, quizás ya no cabe, o quizás grita demasiado como para dejarlo aquí dentro.
Digan lo que digan ésto no es fácil. Y no sólo eso, si no que una vez que pruebas el agridulce sabor de la pluma entre los dedos, eres incapaz de pasar por ello como si fuera una parada de tren que no es la tuya.
Te bajas aquí.
Me bajaré aquí, siempre. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Rabia con sal

Atrévete a entrar ahora.
Atrévete a pisar escombros y notar la lluvia cerniéndose sobre ti a través de un techo derribado por la rabia.
Atrévete porque sé que no lo harás.
Nadie quiere entrar aquí y no les culpo, aún no ha nacido alma tan valiente como para presenciar el vuelo de un pájaro que tiene un ala rota. Simplemente les asusta ver belleza en la ruina.
A mí no, y por eso me arruino cada noche.
Por eso me despedazo entre las sábanas.
Porque necesito mi chute de algo bello, y porque no me dejáis volar.
Y cuánto más me rompéis el ala más bella me vuelvo y



dejadme, ya me quiero yo
al fin y al cabo soy la única que lo haré
incluso entre escombros y
mojada por la lluvia.

martes, 22 de octubre de 2013

Escribimos para no morir

Las palabras nos hacen inmortales.
Platón dijo que el mundo material es irreal, ya que perece, y que la única realidad verdadera es aquella de las ideas, pues éstas no mueren ni cambian, si no que permanecen perfectas e inmutables.
Al fin y al cabo somos sólo materia, y son nuestras ideas en tinta las que serán infinitas.
Es la necesidad de los artistas de no morir nunca. De convertirnos poco a poco y cada día más en universales, en belleza eterna e imperecedera.
Mientras nuestras ideas sean palabras -que no terminan de ser materiales aunque sean concretas, cosa que siempre he amado de las palabras-, y esas ideas sean nuestras propiamente, nuestro yo idealizado y reflejado en nuestros textos será eterno y perfecto.
Seremos infinitos.
Escribimos para ser infinitos.

martes, 15 de octubre de 2013

Tras martes

De caerme en la cuenta
a buscarte en mis razones.
Pero no estás
quizá nunca estuviste
quizá nunca fuiste y por eso quizá
quizá duelas tanto.

Resolverme
para luego destruirme
y así martes tras martes,
y así.

lunes, 14 de octubre de 2013

Cansancio

Aquí estoy otra vez.
En frente de una pantalla jugando a creer que me entiende.
En frente de mi reflejo creyendo que juega a esconderse de mí.
La rabia tatuada en las pupilas y la eterna duda de si realmente me merezco esto, ésas son mis banderas hoy. Mi color es el gris, aunque eso no es novedoso, y mi patria es esta habitación; el único jodido lugar en el mundo en el que nada puede hacerme daño -y el lugar en el que más daño me hago, qué paradoja-.
Una vez más el destino me pone en frente de las narices la pista más relevante de todas; sólo yo puedo hacerme tanto daño. Me pregunto a mí misma si realmente me merezco todo esto, es mi reflejo el que se esconde y soy yo la que no me entiendo.
Y he intentado tantas veces cambiar ésto que he tirado la toalla, y los zapatos para que al menos correr por el asfalto de la memoria me haga sentir algo.
Ya son ganas de hacerse daño, ¿eh?
Ya son ganas de autodestruirse y de pasarse las noches en vela y las mañanas con los ojos hinchados y presos del sueño. Ya son ganas de salir corriendo. De eso, de éso tengo ganas.
Borrar todo lo que soy y empezar desde los cimientos otra vez. Y renovarlos, porque ellos también están rotos -todo lo está-. Es como cuando empiezas a escribir un poema pero tachas mil cosas y la tinta se hace un lío y las palabras no paran y al final lo borras todo para poder volver a empezar de cero unos versos preciosos.
El problema es que por mucho que empiezo de cero, lo único que consigo es una papelera llena de hojas en blanco.

martes, 8 de octubre de 2013

Poulain

Siempre me sentí en deuda con los artistas, y con la capacidad que tienen de crear cosas bellas -horribles, dulces, afiladas, grises, sensuales, pero siempre bellas- y hacer que yo me pierda en ellas. A menudo aceptar la realidad no es más efectivo que adentrarse en el mundo de la ficción, en esos mundos paralelos en los que, curiosamente, encontramos valiosos comodines para eso que llaman vida real.
Aunque quizás la vida real no sea más que una mala reproducción de las películas,
y quizás por eso
cuando Amélie sonríe a mí me sonríe el corazón,
y cuando Amélie besa mi nuca es besada también,
y cuando Amélie llora a mí me llora la vida por un instante.

Claro que siempre puedo volver a darle al botón otra vez
y volver a ser

con Amélie.

viernes, 4 de octubre de 2013

Doce

Una calle negra
y naranja
que me ve caminar
vacía
llena
de ti

¿Algún médico en la sala?
se me ha atragantado Octubre
y no se va porque sabe que soy demasiado perezosa
para irme yo

el invierno es el amante más mezquino
quizás por eso tenerle entre las sábanas se hace tan
necesario
adictivo y
mío

las hojas no pierden su color en otoño
simplemente ganan calidez
quizás para protegerse del frío
del hielo
de mis ojos que las miran, inquisitivos
buscando  un amor que
últimamente parece sólo habitar en lo gélido
en lo húmedo, en
mi amante mezquino
en sus uñas en mi espalda y en
los pájaros que apenan pueden volar porque

también se les atraganta otoño en los graznidos

pero si lo importante es el fin y no los medios
asesinando a la justificación
a sangre fría
si soy feliz qué mas da serlo
con la noche 
y el frío y 

el invierno

mi querido
invierno.

lunes, 30 de septiembre de 2013

No me salves

El sonido de la lluvia calma aquí dentro. Es como si el frío, real o imaginario, lograra atenuar un dolor que no termino de entender.
Es extraña la forma en la que me hace sentir libre. Al fin y al cabo, no es más que lluvia. La condensación de un agua que se ha evaporado previamente y que ahora se decide a caer.
Son curiosas, las gotas de lluvia. Alguien ahí arriba las empuja al vacío con el simple fin de estamparse contra el suelo y terminar formando parte de un reflejo.
Es como una misión suicida. Aunque quizás merezca la pena saltar sólo por rozar la plena libertad durante la caída.
Caer también me hizo sentir libre. Es el único momento en el que no hay cadenas. Ya has fallado, ya has terminado, ya no hay nada que hacer; sólo caes.
Caes y tu alma abandona tu cuerpo, aunque caen inevitablemente a la vez.
Por un lado él. Inerte, pesado, condenado.
Por otro lado ella. Alada, pura.
Libre.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Delirio de las once menos diez (disculpen la osadía)

A veces mis ganas de escribir se evaporan, porque sé que nada de lo que lea y sea mío me parecerá nunca suficiente.
Y eso creedme, es lo más triste que le puede pasar a un artista.
Aún así sigo escribiendo porque creo que si no lo hago me va a explotar una vena, o algo.
Aún así sigo cantando porque si no lo hago me ahogo.
Aunque para qué crear si no son cosas bellas.
Para qué seguir si tus pasos no siguen sentido -es como dar cada uno de ellos en una dirección diferente, imagináos el cuadro-.
No sé.
Tirada en el suelo de mi habitación -cómo no- sigo sin saber.
Escribir para poner "no sé", ya te vale. 
Dejadme en paz. ¿No era esto lo que queríais? ¿Desahogo? ¿Sangre? ¿Frío?
¿Ah, no era esto?
Entonces disculpadme.
Ya me voy por dónde he venido.
Disculpadme también si nada de lo que estáis leyendo tiene sentido.
Para mí tampoco y aún así sigo escribiendo.
No hay recursos sintácticos, ni fónicos, ni metafísicos.
No hay recursos porque escriba lo que escriba va a sonar igual
de feo.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Rainy soul IV

Hoy ha llovido.
Fácilmente mi entrada podría acabar ahí, pues con eso quiero decirlo todo.
Hoy he sido plenamente feliz por un instante.
Creo que de todos los abrazos que he recibido en toda mi vida, sin duda siempre preferiré el de la lluvia.
Para mí las cosas bellas son las más extrañas y las más difíciles de explicar. Creo que el misterio hace la magia y, aunque conozca la naturaleza de la lluvia, para mí siempre, siempre será mágica, porque no consigo explicar que cause un efecto tan físico y tan corpóreo en mis entrañas.
Quizás por verme reflejada en el cielo, o quizás simplemente porque noto que me acompaña.
El caso es que ella me besa la piel y borra todo maquillaje, dejándome al desnudo bajo su manto.

La amo, quizás de una forma sobrehumana; como nunca podré amar a ningún ser humano.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Breathe

Creo que por cada día que pasa, por cada hora que paso así, algo más allá de mi piel se hace más fuerte. Hace poco aprendí a no llamar "dolor" a cualquier sentimiento que sentimos y no nos gusta. A elaborar una lista de sentimientos que describan lo que sientes exactamente y que luego escoger el que mejor define tu estado.
Rabia.
Soledad.
Hastío.
Calma.
Tormenta.
Eternidad.
Peso.
Caída.
Rotos.
Una eterna lluvia en mis entrañas, que lo empapa todo, hasta mis ojos. Me asusta sentirme a salvo aquí, porque sé que eso implica sentirme herida ahí fuera.
Aunque incluso las palabras han dejado de tener sentido.
O quizás las que oímos cargan más de lo que descargan las que escribimos.
O quizás necesite un respiro.
En mi pequeño hueco, de aquí dentro.
Donde todo queda lejos.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Desde que debería hacer frío

Desde que los atardeceres son en vano
y las interrogaciones se difuminan
con la lluvia que no cae,

desde que ésto dejó de sonar bien
y por dejar dejó
hasta de tener sentido,

desde que mundos sólo hay uno,
éste,
el feo

algo aquí se ha hecho más grande,

algo aquí,

lleno de nada.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Es que

Cuando detrás de cada beso ansioso,
de cada mirada cómplice,
de cada pelo que se yergue ante la adrenalina de tus roces,
hay en mi acorazada
mirada
un desesperado
triste
ahogado
enajenado
asustado
y quizás descorazonador
(como yo)

"no se te ocurra
enamorarte
de mí"

jueves, 19 de septiembre de 2013

Por qué vuelvo a todo lo que me hace daño,
por qué.
Quizás porque soy tan miserable
tan poco
tan perfecta
que como un círculo de eterno esbozo
vuelvo al pasado
porque sé que sólo ahí está
ese horizonte
que me mantiene
respirando.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Nada

Y llega el invierno. Y una conversación, y una mirada inundada, y un golpe, y un portazo. Y entonces, el frío. Y con él, los fantasmas.
Y con él, volver a sentirte vacía. Volver a sentir ese vacío en el diafragma absolutamente devastador. Y retorcerse, y gritar con la boca llena de almohada, y volver a sentirte un monstruo.
Y mirar atrás y no entender por qué me creo inmune al pozo en el que entonces me hallaba.
Y por una noche vuelvo a él, y todo se apaga. Incluso la luna.
Y

jueves, 12 de septiembre de 2013

Just

Perdidas por Madrid,
en cualquier parque
dueñas de todo lo que pertenece a ninguna parte.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cés

Mi rutina preferida
es perderme entre su iris ardiendo
y entrar en su corazón sangrando
y ver todo lo que esconde tras sus alas,

mi manía preferida es
perderme en sus palabras mientras habla
entrar en su pecho mientras vuela
y entender algo de lo que tiene ahí arriba,

y sin duda
mi momento preferido es
cuando durante un eterno segundo
puedo ver lo que hay más allá
de todo lo que ella guarda.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Como si fuera 17

Ey. Me alegro de que hayas venido. Antes de decir nada, por favor, escúchame. Sé que es difícil seguir callando, pero seré breve. Ahora sólo necesito que me escuches.
Espero que todo vaya bien. Que en tu casa las cosas hayan mejorado, y que echar de menos a tu abuela duela un poco menos. Que puedas seguir confiando en tus amigos y te hayas deshecho de los que sólo te hacían daño o no merecían la pena. Que este año empieces bien y puedas dedicarte a lo que te gusta. Y que sepas salir ahí afuera a pelear con el mundo. Al fin y al cabo sé que eres fuerte y que no te falta valor, aunque sabes que tienes que empezar a dejar tu coraza de inmune e impenetrable a un lado -sé que es difícil cuando temes tanto que te hagan daño-.
Desde que te fuiste han cambiado muchas cosas. El verano fue mejor de lo que me esperaba, y ahora me muero de ganas por empezar mi nueva vida. Me encantaría que estuvieras aquí para ver cómo brillo ahora, cómo he salido y cómo he vuelto a ser... digamos, feliz. Te encantaría la forma en que sonrío desde que he vuelto, y el hecho de que ya no esté absolutamente rota. Y a mí, me encantaría poder compartir esto contigo, porque quizás parte de esta plenitud te la debo a ti.
He dejado de hacerme daño, descuida. Con ellas he dejado de tener problemas, he aceptado que se tienen que ir de mi vida y todo va mucho mejor así. Ahora tengo muy claro quién camina conmigo, y créeme, cuento con la mejor compañía.
Como creo que es obvio, no he encontrado a nadie aún. Por ahí hay unos labios que curan las heridas que tú dejaste en los míos, pero de momento no hay nada importante. Tranquilo, él me cuida mucho, me hace sonreír y tiene un gran corazón. Te caería bien, a veces se parece un poco a ti.
Te echo mucho de menos, ¿sabes? y pienso mucho en ti. A menudo apareces en mis sueños para recordarme que aún no te has ido del todo. Sé que no lo has hecho. Tengo mil cosas que contarte, ah, y tenemos mucho de lo que reírnos; la gente ha hablado de nosotros todo este tiempo, te hará gracia saber cada idiotez que sale por los picos de esos cuervos carroñeros.
Últimamente vivo mucho en los recuerdos, y en gran parte de ellos estás tú. Se construye una nueva vida con las ruinas de la anterior, y supongo que estos cimientos llevan mucho de tu acerco inoxidable. El parque me recuerda a ti, y el patio del colegio, y la parada del autobús, y el portal. Hace poco conté el chiste del camello, el que tú me contabas para hacerme sonreír. ¿Sabes? Hoy he encontrado por ahí tu carta. No he tenido fuerzas para leerla, tendrás que perdonarme. Y por lo que veo tampoco tengo fuerzas para seguir escribiendo, pero me obligo a mí misma a hacerlo. No sé bien por qué.
En fin, sé que odias leer y ésto se está alargando demasiado. Y creo que no he dicho nada del todo entre tanta palabra. O nada que tú no sepas. O nada que me vaya a servir de algo. No sé.
Sólo quería que supieras que sigues aquí, bien dentro y bien clavado. Que dueles muy a menudo y que ojalá te tuviera aquí para poder cumplir nuestra promesa. Que fui feliz contigo, feliz como ninguna.
Y que yéndote te has llevado algo mío, no sé si recuerdas.
Y que espero que algún día me lo devuelvas.
Aunque, ¿sabes? está feo devolver absolutamente hecho trizas algo que te han dejado, y que ni siquiera es tuyo. Y más cuando un día juraste que lo cuidarías.
Pero pensándolo bien, la culpa es mía.
Tú mismo reconociste que fuiste un mentiroso.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Shock

Qué haces aquí. Tu nombre en mi pantalla. Por qué. Qué quieres, qué cojones se supone que quieres ahora, qué has venido a buscar, qué pasa. Por qué.
Estoy intentando mantener la calma pero mis manos parecen haber cobrado vida propia y tiemblan como hojas en el agua. Noto el corazón en la garganta y apenas puedo tragar.
Sea lo que sea lo que quieres de mí,
por favor,
por favor,
no me rompas más.

V de Valentía, Vital, Vencer

A veces quizás no te digo
ni te miro
ni te rozo,
pero espero que sepas ver
entonces y siempre
que aunque a veces parezca lejos
siempre estaré
o mejor dicho
estarás
muy muy dentro
de mi alma
para ayudarme
a que todo duela
un
poquito
menos.

Te debo tanto, que
gracias, gracias, gracias
no te vayas nunca por favor
no dejes nunca de sostenerme. 

sábado, 7 de septiembre de 2013

Sonrisas de las cuatro p.m.

Iba a plasmar mi hastío de las cuatro p.m.
pero luego he escrito sobre ella
y el hastío
ha desaparecido.

¿Cómo lo haces?

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Desaparece

Creo que el tiempo juega a vacilarme. De corazón a coraza, juradme que eso tiene sentido.
Aunque si hablamos de encontrar sentido, yo hace mucho que dejé de buscarlo. Cerré el baúl de los recuerdos y me estalló en la cara.
Descarada ando ahora por una cuidad sin nombre que juega a señalarme con el dedo y a empujarme hacia los charcos.
Pero yo soy diferente.
O al menos me gusta pensar que sigo siendo diferente.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Clavos

Tu miel en mis labios,
te beso y me doy la vuelta
cómo echaba de menos
los amores de extrarradio. 

viernes, 30 de agosto de 2013

Madrugadas des-esperadas

Qué idiotez ponerse a escribir cuando ni siquiera tienes ganas sólo por la burda necesidad de leer algo que te pueda convencer medianamente. Posiblemente nada de lo que yo escriba nunca podrá llegar a gustarme, al menos no mientras lo escribo, con lo cual no sé ni qué hago esforzándome.
Supongo que es la una de la madrugada y yo no tengo otra cosa mejor que hacer que rebuscar en mi cabeza para intentar sacar algo. Lo que sea. Es decir, está llena de miles de cosas que podría sacar fuera, pero a ver quién es el listo que desenreda el lío que tengo montado aquí dentro.
Oigo pasos en el pasillo. Se me acaba la soledad y con ella expira la poca inspiración que podría quedar hoy entre estos dedos llenos de heridas y de ganas de crear algo bello.
Creo que se acerca la hora de cerrar este portátil e intentar fabricar algo de vida que no tenga bases puramente virtuales. Lo que ahora mismo sólo se reduce a leer, escribir en mi viejo cuaderno, o dormir. Lo que es bastante triste, por cierto. Lo que me importa bastante poco, teniendo en cuenta que así soy feliz. Así, en mi habitación -con la puerta cerrada-, con la noche tiñendo la calle y unas luces parecidas a las de una vela iluminando mis ojos con un suave resplandor a canela. Se podría decir que aquí puedo ser libre, siempre y cuando no me de por pensar en nadie más que no sean mis pájaros y mis fantasmas.
Las palabras se me acaban, compañeros.
No olvidéis miraros a los ojos antes de acostaros.
Más que nada porque a veces cuentan cosas que no nos vendría nada mal saber.

jueves, 29 de agosto de 2013

Delirios de una tarde de Septiembre

Quizás las paredes grises me dan lo que necesito. O quizás no.

Qué asco de letra y de palabras.

¿Qué miráis? Sí, tengo quince años y estoy tirada en la calle, escribiendo. ¿Os importa? A mí no.

Me tiemblan las manos y el corazón -puta nicotina-.

Necesitaba estar sola.

Qué ironía. Antes me moría por estar sola y ahora es lo único que me apetece.

¿Por qué tantos coches? ¿A dónde vais?

¿Me habré vuelto loca? Es decir, siempre lo he estado, pero ahora me encanta.

martes, 27 de agosto de 2013

Lección XVII

Tan osada como inexperta me atrevo aquí a sacar algo, lo que sea, del error que viví contigo.
Jamás fui partidaria de crearme corazas pero no voy a dejar que me hagan tanto daño. No creo que este pequeño corazón sea capaz de soportarlo.
Habrá que tener más cuidado a partir de ahora.
Era una niña asustada cuando te conocí. No creía en mí misma y tú hacías que tuviera algo de fe en lo que hacía. El último mes que pasé contigo fue uno de los más horribles de mi vida, pero tú besaste mis heridas.
No pienso volver a dejar que nadie conozca lo más oscuro de mí. 
Y con nadie me refiero a ningún ser humano del que me pueda enamorar. Porque después de ayudarme a salir del pozo de mierda en el que me hallaba sumida, te fuiste. Y rompiste algo dentro de mí que no volverá a arreglarse en mucho tiempo.
Jamás volveré a creerme que realmente se puede llegar a conocer a una persona. 
Lo que deriva en
No voy a volver a fiarme. Los te quieros y las caricias se convierten en odio y golpes cuando menos te lo esperas. 
A veces me da asco pensar en que he tenido que romperme el corazón para aprender todo esto. Supongo que
todos conocemos la teoría, hasta que llega la práctica y no conocemos nada.
Vaya, al final voy a tener que darte incluso las gracias por todo lo que me has enseñado -descuida, eso jamás ocurrirá-.
Pero, se me olvida lo más importante de todo.
Nunca le des a alguien la capacidad de romper una parte de ti, incluso si estás segura de que no lo hará jamás.
Porque lo hiciste.
Vaya si lo hiciste.

domingo, 25 de agosto de 2013

Julio IV

Se me enreda el pelo
con el viento,
y tu tono,
y tus lunares.
Eché a correr por tu garganta
y me tropecé
con ese "ven" que nunca llegué a oír.
Y me caí,
y me golpeé,
y ahora cada vez que ando me duele el costado,
y cada vez que me duele el costado me acuerdo,
de que no te has ido del todo;
de que nunca
me harás el favor
de irte
del todo. 

Julio III

Lo malo del pasado es
que si dolió una vez,
dolerá ya dos veces,
y tres,
y todas,
y siempre. 

Julio II

Sinceramente no sé a quién odio más.
Si a ti por haberte ido, o a mí
por echarte de menos ahora. 

Julio

Mundo enfermo,
falta de locura;
esa magia
que sólo
enciende el arte,
entiende el arte,
sobrevive
el arte. 

jueves, 18 de julio de 2013

Veranos a la noche

A base de pasados construimos cada día. -qué difícil es hacer arte entre tanto cable-
A base de pasados construimos cada día. Jamás pensé que un día mi pasado dejaría de doler y las lágrimas se mezclaran con una sonrisa. Hoy es ese día en el que sonrío, así, porque sí. En el que he dejado de ahogarme a cada paso, hoy se ha deshecho el constante nudo del pecho y los pájaros en vez de cuervos, se tornan mirlos. Y acarician. Y todo se volverá negro, y vendrán las tormentas y los cuervos a doler otra vez, pero me da igual.
Ahora soy feliz, y es lo que cuenta.
Por contar puedo contar conmigo, y punto.
No sé, es extraño.

Meow

Y de repente, todo está bien.
De repente estás ahí, en su azotea, con Madrid iluminando tenue, tan tenue que podía ver su alma. Y mientras su cigarro se consume, tú miras al horizonte que la cuidad perfila, y vuelas alto, y lloras con ella, y te rompes, y a cada suspiro, resurges de las cenizas de su pitillo.
Y de repente todo está bien, y todo está con vosotras.
Y a ella, que no creía en la felicidad, se le escapa un 'Soy feliz'.
Y tú sonríes.
Y ella sonríe.
Y, de repente,
todo
está
bien.

lunes, 15 de julio de 2013

Al son de la canción enemiga

Restos de sonrisas entre los dientes,
remendadas con rayos de sol.
Una luna que se resiste a su escondite,
y la miras,
y anhelas,
y todo se vuelve azul
y gris,
y amarillo.
Son tus ojos los que ahora hablan
buscando la voz en tu alma
y las palabras en tus recuerdos.
Los fantasmas han muerto,
y los pájaros vuelan alto,
porque ya no hay techo que los oprima,
porque ahora tu pecho abarca el cielo de Madrid.

Ego

Mírate. Qué guapa estás... Te brillan los ojos, y el pelo. Estás morena, y sonríes. Mírate, sales en las fotografías. Te sientas en el medio, y la gente acude a ti. Mira, ahora las palabras amables ganan a las agridulces. 
Sales en las fotografías.
Te quieren. Mírate, te quieren, todos te quieren.
¿Y sabes por qué?
Porque por fin, has empezado a quererte a ti. 

jueves, 11 de julio de 2013

Estrellas

Pulmones cargados de suspiros,
ojos cargados de miradas cargadas de todo lo bueno que vendrá.
Pies cargados de pasos que dar y torsos cargados de alientos.
Yo cargada de ti,
sonrisas cargadas de algo,
que mereció tanto la pena como la luna que brilló en el norte.
Ahora yo,
cargada de cada ola que rompió en mí y me dio impulso
para volar por cada cielo.
Un todo puro cargado de luz pura,
de energía pura,
de amor,
y recuerdos,
que arderán en mi pequeña mente,
y que servirán para que,
como el ave fénix,
pájaros se formen de sus cenizas,
para volar,
y gritarme,
que todo está
y va a salir
bien.

domingo, 30 de junio de 2013

Julio

Ruinas. A un lado del camino, tan sólo ruinas. En el centro yo, caminando hacia el horizonte; hacia lo que vendrá. Hacia la luz.
Éste camino se torna difuminado y confuso, pero mis pasos lo remarcan; se han llenado de fuerza, no sé muy bien en qué momento. 
Llueve. Como siempre ha llovido y lloverá en mis entrañas. Lluvia ácida fue, ahora un poco más dulce. 
Ruinas. A un lado del camino, tan sólo ruinas. En el centro yo, caminando hacia el futuro; hacia mí futuro. Es mío y será como yo desee. 
Éste camino se torna difuminado y confuso, pero no hay rastro de miedo; supongo que llegó a los topes de mi tórax, y viendo que no tenía ya cabida, tuvo que marcharse.
Llueve. Como siempre ha llovido y lloverá en mi camino. La lluvia siempre ha sido mi compañera más fiel.

Ahora camino. Sin prisa pero sin pausa, brisa. Sonrío, o algo parecido.
Sonrío. 
Sonrío. 

martes, 25 de junio de 2013

"Porque tú no eres como ellos"

Ser diferente es difícil. Nadie entiende tu forma de pensar, nadie sabe lo que dices, y, como comportamiento innato en el ser humano, cuando algo no es entendido, tiende a ser ignorado.
Jamás he pretendido culpar a la gente, porque es absolutamente comprensible rendirse ante algo que no saben cómo abordar. Es eso. Soy inabordable. Se cansan de intentar ayudarme y no conseguir más que un 'no sé'. Y cómo no se van a cansar. Cómo.
Difícil es rodearse de gente que entienda una mínima parte de cómo te sientes cuando eres diferente. Yo, por suerte, he encontrado a ciertos pájaros que vagan por un cielo gris sin rumbo cierto y cayéndose rendidos de vez en cuando, parecidos a mí.
Pero aún así a veces se hace muy cuesta arriba todo esto. Algunos le llaman don. Yo, a veces, lo siento más bien como un hándicap. Otras, como una forma de evadirme de todo. Se puede decir, que tengo una excusa.
Se puede decir, que soy...

diferente. 

Delirio coloquial

No innoves.
No te salgas del camino.
No pienses.
No seas diferente.
Confórmate.
Obedece.
Calla.
Dejando de lado el tópico de “la sociedad es una mierda”; la sociedad, es una mierda. Hay ciertos cánones –horribles, por cierto– en los que el principal fin, es aparentar. La gente no te mira a los ojos cuando os cruzáis por la calle, la gente te mira los pantalones, y el pelo, y las zapatillas. La gente te juzga en función de esos cánones, y te desprecia en función de cuán desviado estés de esos modelos. Oh, y no lo dudes, no se molestan en conocerte ni lo más mínimo. Simplemente fruncen el ceño y hacen un gesto amargo, quizás acompañado de un chistido.
Hoy en día no habla el corazón de una persona, ni su mente. Habla su forma de vestir, quizás de pensar, o las chapas que lleve en su chaqueta. Habla su cartera y los colores de sus billetes, habla el barrio en el que vive y el sitio en el que trabaja. Pero nunca habla su voz y sus palabras, nunca hablan sus principios y sus fundamentos. Esos aquí no tienen cabida.
Y entonces llega en momento en el que creces, y sales al mundo real, y si tu personalidad excede los márgenes de esos cánones, recibes balazos por cada rincón de tu cuerpo. Y llega mi pregunta; ¿debo dejar de lado mi verdadera personalidad y ceñirme a los cánones para ser una más y evitar que me hagan daño, o debo seguir manteniendo mis principios y mis creencias a raya a pesar de los constantes ataques?
¿Sabéis? No me gusta ser diferente, y no encajar. Pero tampoco me agrada la falsedad en la que se fundamente la sociedad en la que vivo.

Quizás si todos fuéramos como nos diera la gana ser, seríamos todos iguales. 

sábado, 22 de junio de 2013

Ponerle sangre al grito


Qué bonito mirar,
la sombra que hacen las rejas,
mientras meto las orejas
en el centro de tu andar.
Y si el mundo está del revés...
Habrá que equilibrar o romper del todo la balanza para que duela todo un poquito menos, o un poquito más.
Quién sabe cómo me siento, qué se yo qué hay que ser, o cómo. Tan sólo la tenue luz de las farolas y lágrimas absorbidas en las mejillas, tan sólo el acordeón perezoso y una guitarra a la que no hay quién la calle.
Todo lo dejamos por escrito, gritamos independientemente de si hay alguien que nos escucha. Simplemente necesitamos notar que existimos, para que no se nos olvide.
Qué mas da si no me entienden. Qué mas da si no estoy a su altura, qué mas da si ellos mantienen los pies en la tierra mientras los míos bailan -y vuelan- por encima de sus cabezas.
Qué mas da, si al fin y al cabo las sonrisas son irremediables, al igual que la rotura que sufrirán nada más nacer de los labios.

Qué más me da la sangre,
si al fin y al cabo,
y desde lo más hondo de mi alma,

estoy bien así.

sábado, 15 de junio de 2013

I'll stop the whole world

Rabia. Últimamente todo se resume en rabia. Parecía que estaba desapareciendo y algo de sol brillaba en una esquina, pero igual que el agua que se evapora vuelve a caer, la rabia, siempre vuelve.
Mirarse al espejo y ver un monstruo. Un monstruo que sólo sabe hacer daño, a todo lo que le rodea, y a él mismo. Un monstruo lleno de fantasmas y de heridas horribles y abiertas que hacen que se estremezca de dolor a cada paso que da. Un monstruo que no para de caerse, que vive prácticamente sumido en el fango y en los recuerdos de un pasado de niebla. Un monstruo débil. Ante todo, débil, y marchito.
E igual que en las películas de terror, la gente huye despavorida al ver a este monstruo espantoso y tremendo, aunque él se acerque con la mera intención de sentir algo de cariño. Ellos siempre le verán como una fiera horrenda y dañina.
Pero lo que nadie sabe, es que ese monstruo ansía la libertad de unas cadenas que él mismo se ha forjado. El monstruo sólo desea amar, y ser amado, sólo desea sentir calor y experimentar esa felicidad tan mentada por la gente y que tan dulce dicen que es.

sábado, 8 de junio de 2013

Save me

Tendré que llevar un mar dentro, para haber llorado tanto.
Tendré que haber acumulado mucha rabia, y muchos gritos, y muchas ganas de salir corriendo, para verme ahora en esta situación.
Tendré que haber cogido mucho impulso, para estar atrapada en un pozo tan profundo.
Y tendré que ser muy débil, para sentir la necesidad de clavar en mi piel cualquier cosa que consiga hacerme sangrar.

viernes, 7 de junio de 2013

La inocencia

La inocencia es, cuando esa persona ha doblado ya la esquina, y tú te asomas pensando que se dará la vuelta y le podrás sorprender con una sonrisa.

martes, 4 de junio de 2013

Al son de Summer 78

Quizás hoy sí. Quizás hoy sí necesito un par de velas, la luz apagada, la noche, y a Yann Tiersen tocándome el piano, y el alma. Hoy, que las llagas decoran mi piel y la sangre ha brotado de unas heridas que hasta hoy, sólo estaban abiertas en el corazón. Quizás debería preocuparme; pero hoy, no me apetece. Hoy sólo quiero dormir, cerrar los ojos y que desaparezca el mundo entero. Hoy sólo quiero ser yo, libre, aunque sea por una sola noche. Hoy estoy herida, y necesito ayuda. Sí, necesito ayuda.
La faena, es que a veces sólo nos podemos salvar nosotros mismos. Y yo quisiera poder salvarme de este abismo de sueños rotos y sonrisas agridulces, pero no sé cómo. 
Quizás hoy haya desesperado de tanto guardar pensamientos en el baúl de las cosas que no puedo decir. Y quizás por eso, mis uñas en la tripa. Y ésta vez no acariciaban. Esta vez arrancaban mi piel y hacían que me retorciera, pero no de dolor; de rabia. 
Quizás haya dejado de ser feliz en un suspiro, aunque al menos me queda el consuelo de saber que la felicidad, tan pronto como se va, puede regresar, y arrancarme de la muerte.
Dicen que un sonido no existe si nadie lo oye.
Por eso, mis gritos hoy, son en vano. 

sábado, 1 de junio de 2013

Vis a vis

Entre acordes de guitarra y sonrisas cómplices, su voz saciaba mis ansias de volar, y de una manera que desconozco, me hacía sentir libre.
Entre esas cuatro paredes y Madrid como testigo, Amélie bailando nuestras canciones y magia, mucha magia.
Bastó algo de música para que, sin apenas darnos cuenta, nos convirtiéramos en un sólo ser.
Un ser de esos, perfectamente moldeados y forjados con calor, y un trocito de luna.
Jamás me había sentido tan bien.

Prematuro

Todo se deshace, 
y la lluvia moja mis pupilas. 
Todo muere,
rápido más que el rayo,
con mis sentidos arrasando,
con cada centímetro de mí.
Pero qué puedo hacer yo,
si la vida tira a matar,
y nadie se para a curar
las heridas viejas, de bala. 

Al menos, siempre me quedará el arte. 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Mi sauce

El sauce llora. Llora y se retuerce, llora y baila al son de un viento de melancolía pura y eterna. El sauce se desborda y cae, como pretendiendo que un segundo antes de impactar contra el suelo, consiga remontar el vuelo e irse lejos del socavón donde descansan sus raíces. El sauce llora y entre sus gemidos se distinguen poemas de ojos verdes, historias secretas de esas cuya veracidad la gente no quiere creer.
Y así como el sauce, llora el cielo de Madrid, y lloran los pájaros de mis pulmones.
Lloran -lloramos- porque lo que llevamos dentro sobrepasa los límites de nuestro pellejo. Porque el tórax se desborda en el pecho, culpa de las centelleantes explosiones que en él se producen, culpa de los pájaros que revolotean, y se multiplican, culpa de los fantasmas que ansían salir y probar la libertad.
El sauce llora.

martes, 28 de mayo de 2013

Carpe diem, tempus fugit

Supongo será el calor, o Pereza en mis cascos. Puede sea la luna jugando a esconderse entre las nubes, o el turquesa de la bóveda. Quizás sean los pájaros en la parte derecha de mi encéfalo, o las mariposas, o el laberinto de su pelo, o que estoy perdida en ese punto en el que terminan sus dedos y empieza mi vientre. Tal vez sea esa línea telefónica que va desde su boca hasta mi corazón.
El caso es que el veneno que vacilaba en mis labios se ha convertido en miel, y los clavos han aumentado su superficie, reduciendo la presión, y el daño, y las llagas. El caso es que el globo de helio sube, y sube, y aumenta el cosquilleo detrás de la nunca, y las ganas de saltar... y el miedo. Porque no se me olvida, que cuanto más alto subes, más grande será la caída. Pero qué le voy a hacer, si las alas brotan de mis omóplatos incesantes, y así las plumas, y así el viento...
y así yo. 

sábado, 25 de mayo de 2013

A la luz de las velas

-No sé cómo se hace esto.
-Tú déjate llevar.  
El tenue resplandor del fuego encendía nuestras caras como una pequeña chimenea en Enero. Él tenía sus ojos clavados en mí, yo le observaba despacio, eterno. Acariciaba mi costado desnudo, y mi cuello, y mi cara. Yo no podía dejar de mirarle, y sentía como los dos éramos uno, así como nos fundíamos con el edredón. A nuestro alrededor flotaba un clima especial, un aura de calor íntimo y palabras en silencio. No podía dejar de quererle, tan fuerte que le sentía en mi tórax, y en mis sienes, y en las plantas de mis pies. Y como el dulce río que desemboca en el mar yo me fundía en su pecho, y le rozaba, y le quería mío. Dos tormentas que se aman y amainan, dos tornados con un centro común. Dos polos opuestos en el mismo meridiano. Él en mí. Yo en él.
Ojalá eterno.

Elegía, y ojalá poder elegir que no te fueras

(...)
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

(...)

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

(...)

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

 - HERNÁNDEZ, Miguel

Tan sólo poder recordarte cada vez que lea estas duras y preciosas palabras. Tan sólo tenerte presente, porque no te has ido, no quiero que te vayas; no te merecías irte pero te arrancaron de esta tierra como quien arranca la hierba en el prado. Tan sólo tu nombre en la mente de todos nosotros, y tan sólo la esperanza de que, desde alguna parte, estés leyendo esto. 

22 de Mayo de 2013.


martes, 21 de mayo de 2013

Algodón

Y permanezco ahí, entre las sombras. Evitando incluso respirar para no hacer ruido, encogida sobre mi propio corazón sintiendo el frío y... oh, otra vez el frío. Últimamente parece no siento nada más que frío. Y pena. Y nostalgia. Y amor. Y luz. Y todo, lo siento todo de una forma... especial.

Dicen que no se puede herir un corazón que ha dejado de latir.

Me ahorraré explicaciones; ésto es mio.

lunes, 20 de mayo de 2013

Blue

Dicen que para escribir, primero has de buscar dentro de ti. Pues bien, busquemos.





















                                               Y ésto es lo que hay.

viernes, 17 de mayo de 2013

Relatos entre vagones

Se despertó despacio. Tras una reñida lucha entre el sopor matutino y sus párpados, abrió los ojos y percibió los primeros rayos de sol de una ya avanzada mañana de Mayo. Consiguió incorporarse mientras frotaba suavemente su rostro con las manos. Puso despacio los pies sobre la moqueta y se levantó, a la vez que la parte baja de su camiseta se desenredaba desde su cintura y caía, quedando el borde a unos centímetros de sus rodillas. Subió un poco la mirada y se encontró con su silueta dibujada en el espejo. Su pelo caía rebelde a los lados de su pecho. Las líneas que en su momento habían perfilado sus ojos, eran ahora una bruma negra que se deshacía alrededor de su mirada. Tenía una cara preciosa fruto de suficientes, o mejor dicho excesivas horas de sueño. Unas coloreadas mejillas lucían en sus pómulos y en su boca se perfilaban restos de una sonrisa rota.Se dirigió con parsimonia hacia la ventana que coronaba su cama y, sorprendiéndola, un gris y húmedo aunque cálido presentimiento inundó su pecho. Y entonces, con una mezcla entre esperanza y ansias de saber si su presagio era acertado, agarró fuertemente la tira de tela que se tensaba paralela a la pared y tiró de ella. La persiana se elevó con un rugoso estrépito y sus ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la luz.Y entonces, cuando al fin pudo ver con claridad, un inexplicable cosquilleo ascendió por su estómago hasta estallar en su tórax y, como una reacción química, una leve sonrisa se dibujó en su aún dormido rostro.
 Efectivamente,  
llovía. 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Qué más da

Increíble, dos mantas y dos almas jugando a ser una. Tejados como confidentes y el silencio que nos mece.

Noches en Madrid, destellos de esperanza,
                                                              y droga,
                                                                                    y estrellas.

Noches en vela

El frío cala hondo, como el humo de un cigarro. Juega a despistar a mi inocencia y después se esconde en mi pecho, quemando y arañando, pretendiendo entrar y salir, inspirar y espirar, todo al mismo tiempo. Me gusta porque al clavarse me recuerda que aún puedo sentir, que aún late. Me gusta porque es tibio, y gris, como mis ojos por la noche, como esa ventana y como mi romántica luna.
Las calles se entrelazan salvajes como mi pelo tras la lluvia y yo me deshago como las nubes de este cielo. Y el frío, ah, llenando este vacío tan íntimo que se enreda con los fantasmas de mi cabeza, tan íntimo que ya soy yo atada a ese vacío, a esa nada.

Pero estoy bien así. 

lunes, 13 de mayo de 2013

sábado, 11 de mayo de 2013

Just wanna be whole


Mírate. Destrozada una vez más, hecha trizas. ¿Mereció la pena? Pero, ¿por qué a ti? ¿Por qué siempre tú? De pensamiento en pensamiento, como un río, desemboca en un dolor vital e inevitable.
Diferente. Una palabra para algunos atractiva, para mí absolutamente destructiva. Algo que desde pequeña me ha ido rompiendo por dentro, es ese lado oscuro que no me beneficia enseñar. Ese abismo que me mata, que me derruye, que me difumina hasta convertirme en lo que soy ahora; tan sólo un espíritu herido en un mar de rostros felices que saben lo que son. Yo no, no yo. Siempre he estado perdida, pero nunca sola. O quizás siempre he estado sola, pero nunca perdida. No sé qué prefiero, lo único que sé es que ahora estoy sola, y perdida. Confundida y gritando “Sálvame”, no sé muy bien a quién ni para qué, pero es lo único que me sale ahora.
Sálvame.
Ven y sácame de este pozo del que puede sea ya demasiado tarde salir. Seas quien seas, si estás leyendo esto, sálvame. Te necesito.
Mal acostumbrada quizás a que siempre haya alguien, y entonces ocurre lo inevitable, entonces me veo sola contra mí misma, es yo, o yo, destruirme o matarme, ¿hay opción?
¿Y ahora qué? Ahora nada. A eso me reduzco ahora, ahora no soy nadie. Quizás soy la porquería que sobra de una sociedad planeada y feliz. Quizás impotencia, quizás es siempre lo mismo y quizás, sólo quizás, duele.
Y quizás no lo soporto. No puedo más. 

jueves, 9 de mayo de 2013

Sí hay palabras

Ese destello que aparece en ocasiones cuando te miro a los ojos, ese, acompañado del asco más puro y  una vergüenza visceral y sucia. Ese momento, en el que me repugna enormemente ser de tu misma sangre. Grandísima bastarda.

lunes, 6 de mayo de 2013

Ámsterdam

Tengo frío,
todo el rato.

Y de repente, vuelve

En sus ojos grises perdí yo
la inocencia,
trazando la línea entre la pasión
y la paciencia.
Tan altos fueron sus gritos
en mi tórax.
Ahora sólo quédate aquí,


tan sólo ahora. 

On my own

Hay algo en mí que rebosa. Algo que no me cabe dentro y juega a escaparse y estallar en cada poro, en cada palabra. Son estas ganas de gritar que me queman por dentro, es este siempre tener algo que decir, y es tanto que a veces me ahoga.
Hay algo en mí demasiado grande para un ser tan pequeño, para tanta inexperiencia. Quiero saber más de lo que mi entendimiento alcanza, quiero lograr esa perfección caótica y rozar este cielo que me observa desde tan, tan arriba. Y de tener las cosas tan claras, ya no sé ni lo que quiero.
Al fin y al cabo esa es la vida, una constante búsqueda de lo que somos y de lo que estamos hechos, pero es tan avaricioso que a veces desemboca en la más esquizofrénica rabia.
Pocos años llevo a la espalda, sí, pero hay algo tan intrínseco en mí que ni siquiera me hizo falta ir a buscarlo.
Poesía, música; arte.
En eso me resumo yo, a eso me reduzco. Bien poco ocupa al escribirlo, pero es tan grande...

martes, 30 de abril de 2013

No existe

Profundo corte, hace que sangre palabras. Rojas como el fuego y frías como mi corazón, ese corazón que arde en nieve. La más fulgente de las luces en el seno de la noche más negra de la historia. Cada palabra un puñal, se clavaron tan hondo que ya se han convertido en parte de mí. Como estas, que braman al sonido del piano que Chopin ha querido hoy tocar para mí.
Traté de alcanzar mi estrella y me quemé en el primer instante de contacto. Malditas traicioneras, mezquinas e idílicas, pequeñas hechiceras. Curarme hoy para matarme mañana.
Trazos de una nada gris que disipan este corazón que de tan libre, se ahoga entre cadenas. Mírame a los ojos, vida, y suéltame si eres tan osada como te mientan. Ten el coraje suficiente para liberar a este gato de siete vidas y media que se muere por desaparecer, al son de un nocturno.
Fui feliz en el breve instante que duró tu suspiro, vida, quiéreme una última vez. Una, tan sólo una, antes de huir.
Pero, el dilema, eterno e imposible, es que no quiero dejar de escribir. Ni querré el día que sucumba.

domingo, 28 de abril de 2013

Boom

Al igual que una bolsa llena de agua, que cuando se excede su capacidad explota. Así exploto yo, así gritando, así saltando para tocar la mismísima bóveda celeste, así, así cerrando los ojos y sacudiendo mi cuerpo como si éste fuera a despedazarse en cualquier momento.
Así soy yo cuando erupciono, auténtica y devastadora, absolutamente yo.

viernes, 26 de abril de 2013

Rainy Soul III


Y de repente, me asomo a la ventana, y ahí está ella. Puede que haya venido a despedirse, o simplemente a recordarme que no se ha ido del todo, que nunca lo hizo y nunca lo hará. Y menos mal, porque a menudo me pregunto qué sería de mí sin ella, y más cuando está ausente.
Fenómeno meteorológico técnicamente, pero si hablamos de mi alma es mucho más que eso. Es la cura de mis heridas, es la que las calma con su gélido abrazo, es una cicatriz en el torso, es ese efímero momento de felicidad cuando cierras los ojos y la sientes caer sobre tu rostro.
Bella expresión artística de nuestra Madre Naturaleza, tenue chispa, descanso eterno entre las sombras, intrínseca y triste, me das la vida.
Como un movimiento involuntario me sale encogerme ante tus destellos, ante la noche que has cubierto de cristal, ante esta calle y las luces que la perfilan. Tú en el cielo, tú siempre en mi corazón.
Mójame sólo una vez más antes de irte por completo y arrebatarme esa vital armonía de la que apenas puedo prescindir.

jueves, 25 de abril de 2013

Tan sólo esto

Ahí me encontrarás. Sentada bajo la lluvia, desnuda, tan desnuda que hasta dejaré entrever mi alma. Puede que sonriendo, puede que llorando, o puede que haciendo las dos cosas simultáneamente. Ahí estaré, hecha tanto de ese cristal que parece dejar pasar todo lo que ose atravesarlo, engañándolo y haciéndolo estallar contra su superficie para después dejar que se muera, como de ese papel que se deshace cuando las gotas de lluvia calan en él. Éso soy yo. Cristal. Papel. Un rascacielos.
Y entonces puede que te preguntes qué hago ahí, o qué me pasa. Pero lo cierto, amigo, es que no hay respuesta que valga. Seré lo que he sido siempre; yo. Irreversible e irremediablemente yo. Mortífera y deliciosamente yo. Tan sólo ese alma desnuda que se moja, esa sonrisa que parece estar luchando contra la oscuridad pero que no va a apagarse, y esos ojos que de tan grises, parecen transparentes.
Cada mariposa y cada monstruo que me componen, que luchan por sobrevivir a este abismo de nada. De seres inertes con el miedo arraigado en la médula. Miedo de ésto, de ésto mismo; de saber quiénes son.

lunes, 22 de abril de 2013

Cómo dueles cuando faltas

La diferencia entre una herida y una cicatriz,
es que la herida duele hasta que cicatriza.

Like free, like dom

Curioso es, cómo la libertad es algo innato y aún así, cómo tienen la capacidad de hacernos creer que es inalcanzable.

"Como no sabían que era imposible, lo hicieron."

sábado, 20 de abril de 2013

Helado

-Mírame a los ojos y dime que no me quieres.
-Sólo si me prometes que vas a ser capaz de soportarlo.