lunes, 30 de septiembre de 2013

No me salves

El sonido de la lluvia calma aquí dentro. Es como si el frío, real o imaginario, lograra atenuar un dolor que no termino de entender.
Es extraña la forma en la que me hace sentir libre. Al fin y al cabo, no es más que lluvia. La condensación de un agua que se ha evaporado previamente y que ahora se decide a caer.
Son curiosas, las gotas de lluvia. Alguien ahí arriba las empuja al vacío con el simple fin de estamparse contra el suelo y terminar formando parte de un reflejo.
Es como una misión suicida. Aunque quizás merezca la pena saltar sólo por rozar la plena libertad durante la caída.
Caer también me hizo sentir libre. Es el único momento en el que no hay cadenas. Ya has fallado, ya has terminado, ya no hay nada que hacer; sólo caes.
Caes y tu alma abandona tu cuerpo, aunque caen inevitablemente a la vez.
Por un lado él. Inerte, pesado, condenado.
Por otro lado ella. Alada, pura.
Libre.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Delirio de las once menos diez (disculpen la osadía)

A veces mis ganas de escribir se evaporan, porque sé que nada de lo que lea y sea mío me parecerá nunca suficiente.
Y eso creedme, es lo más triste que le puede pasar a un artista.
Aún así sigo escribiendo porque creo que si no lo hago me va a explotar una vena, o algo.
Aún así sigo cantando porque si no lo hago me ahogo.
Aunque para qué crear si no son cosas bellas.
Para qué seguir si tus pasos no siguen sentido -es como dar cada uno de ellos en una dirección diferente, imagináos el cuadro-.
No sé.
Tirada en el suelo de mi habitación -cómo no- sigo sin saber.
Escribir para poner "no sé", ya te vale. 
Dejadme en paz. ¿No era esto lo que queríais? ¿Desahogo? ¿Sangre? ¿Frío?
¿Ah, no era esto?
Entonces disculpadme.
Ya me voy por dónde he venido.
Disculpadme también si nada de lo que estáis leyendo tiene sentido.
Para mí tampoco y aún así sigo escribiendo.
No hay recursos sintácticos, ni fónicos, ni metafísicos.
No hay recursos porque escriba lo que escriba va a sonar igual
de feo.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Rainy soul IV

Hoy ha llovido.
Fácilmente mi entrada podría acabar ahí, pues con eso quiero decirlo todo.
Hoy he sido plenamente feliz por un instante.
Creo que de todos los abrazos que he recibido en toda mi vida, sin duda siempre preferiré el de la lluvia.
Para mí las cosas bellas son las más extrañas y las más difíciles de explicar. Creo que el misterio hace la magia y, aunque conozca la naturaleza de la lluvia, para mí siempre, siempre será mágica, porque no consigo explicar que cause un efecto tan físico y tan corpóreo en mis entrañas.
Quizás por verme reflejada en el cielo, o quizás simplemente porque noto que me acompaña.
El caso es que ella me besa la piel y borra todo maquillaje, dejándome al desnudo bajo su manto.

La amo, quizás de una forma sobrehumana; como nunca podré amar a ningún ser humano.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Breathe

Creo que por cada día que pasa, por cada hora que paso así, algo más allá de mi piel se hace más fuerte. Hace poco aprendí a no llamar "dolor" a cualquier sentimiento que sentimos y no nos gusta. A elaborar una lista de sentimientos que describan lo que sientes exactamente y que luego escoger el que mejor define tu estado.
Rabia.
Soledad.
Hastío.
Calma.
Tormenta.
Eternidad.
Peso.
Caída.
Rotos.
Una eterna lluvia en mis entrañas, que lo empapa todo, hasta mis ojos. Me asusta sentirme a salvo aquí, porque sé que eso implica sentirme herida ahí fuera.
Aunque incluso las palabras han dejado de tener sentido.
O quizás las que oímos cargan más de lo que descargan las que escribimos.
O quizás necesite un respiro.
En mi pequeño hueco, de aquí dentro.
Donde todo queda lejos.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Desde que debería hacer frío

Desde que los atardeceres son en vano
y las interrogaciones se difuminan
con la lluvia que no cae,

desde que ésto dejó de sonar bien
y por dejar dejó
hasta de tener sentido,

desde que mundos sólo hay uno,
éste,
el feo

algo aquí se ha hecho más grande,

algo aquí,

lleno de nada.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Es que

Cuando detrás de cada beso ansioso,
de cada mirada cómplice,
de cada pelo que se yergue ante la adrenalina de tus roces,
hay en mi acorazada
mirada
un desesperado
triste
ahogado
enajenado
asustado
y quizás descorazonador
(como yo)

"no se te ocurra
enamorarte
de mí"

jueves, 19 de septiembre de 2013

Por qué vuelvo a todo lo que me hace daño,
por qué.
Quizás porque soy tan miserable
tan poco
tan perfecta
que como un círculo de eterno esbozo
vuelvo al pasado
porque sé que sólo ahí está
ese horizonte
que me mantiene
respirando.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Nada

Y llega el invierno. Y una conversación, y una mirada inundada, y un golpe, y un portazo. Y entonces, el frío. Y con él, los fantasmas.
Y con él, volver a sentirte vacía. Volver a sentir ese vacío en el diafragma absolutamente devastador. Y retorcerse, y gritar con la boca llena de almohada, y volver a sentirte un monstruo.
Y mirar atrás y no entender por qué me creo inmune al pozo en el que entonces me hallaba.
Y por una noche vuelvo a él, y todo se apaga. Incluso la luna.
Y

jueves, 12 de septiembre de 2013

Just

Perdidas por Madrid,
en cualquier parque
dueñas de todo lo que pertenece a ninguna parte.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cés

Mi rutina preferida
es perderme entre su iris ardiendo
y entrar en su corazón sangrando
y ver todo lo que esconde tras sus alas,

mi manía preferida es
perderme en sus palabras mientras habla
entrar en su pecho mientras vuela
y entender algo de lo que tiene ahí arriba,

y sin duda
mi momento preferido es
cuando durante un eterno segundo
puedo ver lo que hay más allá
de todo lo que ella guarda.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Como si fuera 17

Ey. Me alegro de que hayas venido. Antes de decir nada, por favor, escúchame. Sé que es difícil seguir callando, pero seré breve. Ahora sólo necesito que me escuches.
Espero que todo vaya bien. Que en tu casa las cosas hayan mejorado, y que echar de menos a tu abuela duela un poco menos. Que puedas seguir confiando en tus amigos y te hayas deshecho de los que sólo te hacían daño o no merecían la pena. Que este año empieces bien y puedas dedicarte a lo que te gusta. Y que sepas salir ahí afuera a pelear con el mundo. Al fin y al cabo sé que eres fuerte y que no te falta valor, aunque sabes que tienes que empezar a dejar tu coraza de inmune e impenetrable a un lado -sé que es difícil cuando temes tanto que te hagan daño-.
Desde que te fuiste han cambiado muchas cosas. El verano fue mejor de lo que me esperaba, y ahora me muero de ganas por empezar mi nueva vida. Me encantaría que estuvieras aquí para ver cómo brillo ahora, cómo he salido y cómo he vuelto a ser... digamos, feliz. Te encantaría la forma en que sonrío desde que he vuelto, y el hecho de que ya no esté absolutamente rota. Y a mí, me encantaría poder compartir esto contigo, porque quizás parte de esta plenitud te la debo a ti.
He dejado de hacerme daño, descuida. Con ellas he dejado de tener problemas, he aceptado que se tienen que ir de mi vida y todo va mucho mejor así. Ahora tengo muy claro quién camina conmigo, y créeme, cuento con la mejor compañía.
Como creo que es obvio, no he encontrado a nadie aún. Por ahí hay unos labios que curan las heridas que tú dejaste en los míos, pero de momento no hay nada importante. Tranquilo, él me cuida mucho, me hace sonreír y tiene un gran corazón. Te caería bien, a veces se parece un poco a ti.
Te echo mucho de menos, ¿sabes? y pienso mucho en ti. A menudo apareces en mis sueños para recordarme que aún no te has ido del todo. Sé que no lo has hecho. Tengo mil cosas que contarte, ah, y tenemos mucho de lo que reírnos; la gente ha hablado de nosotros todo este tiempo, te hará gracia saber cada idiotez que sale por los picos de esos cuervos carroñeros.
Últimamente vivo mucho en los recuerdos, y en gran parte de ellos estás tú. Se construye una nueva vida con las ruinas de la anterior, y supongo que estos cimientos llevan mucho de tu acerco inoxidable. El parque me recuerda a ti, y el patio del colegio, y la parada del autobús, y el portal. Hace poco conté el chiste del camello, el que tú me contabas para hacerme sonreír. ¿Sabes? Hoy he encontrado por ahí tu carta. No he tenido fuerzas para leerla, tendrás que perdonarme. Y por lo que veo tampoco tengo fuerzas para seguir escribiendo, pero me obligo a mí misma a hacerlo. No sé bien por qué.
En fin, sé que odias leer y ésto se está alargando demasiado. Y creo que no he dicho nada del todo entre tanta palabra. O nada que tú no sepas. O nada que me vaya a servir de algo. No sé.
Sólo quería que supieras que sigues aquí, bien dentro y bien clavado. Que dueles muy a menudo y que ojalá te tuviera aquí para poder cumplir nuestra promesa. Que fui feliz contigo, feliz como ninguna.
Y que yéndote te has llevado algo mío, no sé si recuerdas.
Y que espero que algún día me lo devuelvas.
Aunque, ¿sabes? está feo devolver absolutamente hecho trizas algo que te han dejado, y que ni siquiera es tuyo. Y más cuando un día juraste que lo cuidarías.
Pero pensándolo bien, la culpa es mía.
Tú mismo reconociste que fuiste un mentiroso.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Shock

Qué haces aquí. Tu nombre en mi pantalla. Por qué. Qué quieres, qué cojones se supone que quieres ahora, qué has venido a buscar, qué pasa. Por qué.
Estoy intentando mantener la calma pero mis manos parecen haber cobrado vida propia y tiemblan como hojas en el agua. Noto el corazón en la garganta y apenas puedo tragar.
Sea lo que sea lo que quieres de mí,
por favor,
por favor,
no me rompas más.

V de Valentía, Vital, Vencer

A veces quizás no te digo
ni te miro
ni te rozo,
pero espero que sepas ver
entonces y siempre
que aunque a veces parezca lejos
siempre estaré
o mejor dicho
estarás
muy muy dentro
de mi alma
para ayudarme
a que todo duela
un
poquito
menos.

Te debo tanto, que
gracias, gracias, gracias
no te vayas nunca por favor
no dejes nunca de sostenerme. 

sábado, 7 de septiembre de 2013

Sonrisas de las cuatro p.m.

Iba a plasmar mi hastío de las cuatro p.m.
pero luego he escrito sobre ella
y el hastío
ha desaparecido.

¿Cómo lo haces?

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Desaparece

Creo que el tiempo juega a vacilarme. De corazón a coraza, juradme que eso tiene sentido.
Aunque si hablamos de encontrar sentido, yo hace mucho que dejé de buscarlo. Cerré el baúl de los recuerdos y me estalló en la cara.
Descarada ando ahora por una cuidad sin nombre que juega a señalarme con el dedo y a empujarme hacia los charcos.
Pero yo soy diferente.
O al menos me gusta pensar que sigo siendo diferente.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Clavos

Tu miel en mis labios,
te beso y me doy la vuelta
cómo echaba de menos
los amores de extrarradio.