jueves, 29 de agosto de 2013

Delirios de una tarde de Septiembre

Quizás las paredes grises me dan lo que necesito. O quizás no.

Qué asco de letra y de palabras.

¿Qué miráis? Sí, tengo quince años y estoy tirada en la calle, escribiendo. ¿Os importa? A mí no.

Me tiemblan las manos y el corazón -puta nicotina-.

Necesitaba estar sola.

Qué ironía. Antes me moría por estar sola y ahora es lo único que me apetece.

¿Por qué tantos coches? ¿A dónde vais?

¿Me habré vuelto loca? Es decir, siempre lo he estado, pero ahora me encanta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario